Hoy, os quiero contar la historia de Abraham Navarro, un joven emprendedor alcalaíno que cumplió su sueño en julio de 2023, abrir su propia gastrotaberna en pleno casco histórico de nuestra ciudad, justo enfrente de uno de los emblemas de nuestro patrimonio, la catedral Magistral.
Al visitar hoy su restaurante, he apreciado como la idea de negocio que plasmó en su plan de empresa se ha hecho realidad. Echando la vista atrás, recuerdo cuando a finales de mayo vino por primera vez al Espacio de Iniciativas Empresariales, nos sentamos, me habló de su idea de gastrotaberna en la que la calidad de la propuesta gastronómica y el exquisito trato al cliente sería su marca de diferenciación.
Me alegra, que el principal punto de diferenciación que se marcó como objetivo en su plan de empresa se perciba como una realidad por la mayor parte de sus clientes. ¡Bravo Abraham!
Durante mayo y junio dedicamos varias sesiones a la elaboración de su plan de empresa, que posteriormente presentaría a una entidad financiera para conseguir la financiación necesaria a lo que añadió su capitalización por desempleo y así logró convertir su sueño en realidad. Tenía miedo de no lograr justificar en julio la capitalización del paro y que el SEPE le pusiera algún impedimento, pero era solo miedo ya que un mes más tarde el SEPE le abonó su capitalización.
Desde que puede leer su plan de empresa completo vi que sería un caso de éxito: por su conocimiento del sector, por su gran capacidad para escandallar milimétricamente todo el producto, por su excelente planificación de la inversión requerida. Hablando con él hoy lo constaté, es muy difícil que cada partida de inversión inicial se ajuste a lo proyectado y él lo ha logrado. Es muy difícil lograr abrir un restaurante en pleno centro de Alcalá con menos de 50.000€ y en un local por el que habían pasado varios hosteleros sin éxito y él lo ha logrado.
Y es que hoy también pude constatar como ha madurado en lo personal, reconociendo que emprender no solo es saber sobre la actividad en cuestión, sino saber gestionar los miedos, la incertidumbre, los días buenos de caja por encima de los 6.000€ y los días malos de menos de 200€. Controlando al milímetro cuantos litros de cerveza se desperdician de cada barril y por qué. Esto sin duda es lo que marca el carácter de un buen emprendedor y él lo está logrando.
Lo está logrando reconociendo sus fallos o carencias:
Debería haber negociado mejor los precios con proveedores, debería haber gestionado mejor al personal mostrándome más como jefe que como compañero, necesito formarme en liderazgo y gestión de equipos.
Pero también valorando y reconociendo sus aciertos.
La ubicación del restaurante ha sido fundamental para conseguir que la actividad esté creciendo exponencialmente, la oferta gastronómica que propongo era un nicho en el mercado que estaba por cubrir, y el trato con el cliente «sin agobiar» es nuestra seña de identidad.
Y por último, reconociendo el apoyo de amigos y familiares que le han acompañado en su sueño. En esto también puedo dar fe, ya que por el mes de septiembre conocí a su pareja gracias a la cual logro tramitar en tiempo y en forma la ayuda de la CAM para desempleados que se constituyan por cuenta propia. ¡¡¡Y cobrarla!!! Ya que al fin salió en febrero la orden con la concesión.
Al ver el camino recorrido durante los últimos 6 meses reconoce que no se arrepiente del paso que dio, y tiene como reto conseguir afianzar el negocio, con proyecciones de facturación moderadas, digitalizar el negocio con la ayuda del kit digital y en 4 años dar el salto con un segundo local en nuestra ciudad.
Por último, al pedirle un consejo para otros emprendedores, y después de reflexionar…
Un emprendedor no debe tener miedo al riesgo, hay que ir adelante con «un par de …». Reduce al máximo la inversión inicial y cuando tengas la oportunidad reinvierte en tu negocio. Por último, controla cada céntimo que sale y el porque sale.
Gracias Abraham por tu tiempo, por demostrar que te apasiona lo que haces y por apostar por Alcalá para convertir tu sueño, Gastrotaberna Magistral, en realidad. ¡Felicidades!
